Así que una de esas citas ineludibles de la temporada es el Duatlón de Castro, a pesar de que este año coincidía con el Trail de Costa Quebrada, y ahora con la nueva organización de Triflavi otra cita ineludible será el Triatlón de Castro.
Después de muchos problemas con tráfico, finalmente quedó un circuito extraño en bici, pero que a la postre veríamos que muy muy bonito. 4 vueltas hasta Islares. Duro, sin un metro llano, y además con viento.
La mañana comenzó pronto esperando a Luis Pacheco, que debutaba en Duatlón y a Aitor. Enseguida fuimos hasta el pueblo y a aguardar la cola para que ellos cogieran el dorsal.
Últimos consejos, y para cuando nos dimos cuenta ya estábamos en linea de salida. Esta vez me coloqué bastante adelante para no tener que remontar luego, y como siempre se hizo una salida muy muy rápida.
En la primera vuelta ya vimos que el viento pegaba de cara a la ida, así que había que controlar. Salí un poco con respeto, porque había mucho vasco, lo que significa un ritmo mayor en la carrera a pie, pero la verdad es que en la primera vuelta me encontré muy muy bien, sufriendo pero bien, hasta que ví que en mi grupo iba Sergio Sobrino y que iba bastante por delante de Rasines y de Chano, que es cuando me dí cuenta de que iba en un grupo por encima del mio.
En la segunda vuelta, este grupo hizo un pequeño cambio de ritmo, y no me cebé lo más minimo, porque sabía que en la bici lo iba a pagar, así que me descolgue un poco y viendo el viento en contra, decidí dejarme llevar un poco y que me cogiese el grupo de Chano, que es más acorde a mis ritmos de carrera a pie. Finalmente 36:49 en 9,7 kms, muy bien para tener que coger la bici luego. Buena transición, saliendo de boxes con un Colindres y los dos Polanco que suelen quedar delante mio.
En la primera vuelta mantuve la distancia, y en la segunda vuelta a pesar de perder distancia con ellos, me encontré a un aliado inesperado, a Jabi Fernandez de Bilbaotri, que había salido por delante mio de boxes. Él baja más rápido que yo, y yo subo más rápido que él, con lo que afloje un poco el pistón y decidí ponerme a su altura y hacer un tira y afloja hasta el final, siempre manteniendo el NO drafting.
Y así fueron pasando los kilómetros y las vueltas, a cada cual más dura por el viento y la dureza propia del circuito. Aquí es cuando me estaba dando cuenta que me había equivocado con la vestimenta y que tenía que haber dejado la camiseta térmica y los manguitos en casa, pero de todo se aprende
Finalmente 41,75 kms, en 1h16' a 33 de media, muy muy bien, con estos datos en Pamplona volariamos, además Pamplona es mucho más llano. Además tuve la sensación al quedarme con Jabi de que podía haber dado más en la bici, porque me pasaron bastantes cuando me quedé con él, pero no me arrepiento.
Destacar además de la dureza del circuito, la predisposición de los duatletas por el NO drafting, lo que hizo que no se formasen pelotones, quedando claro que no es el circuito lo que hace que se haga drafting, sino la actitud del corredor.
Me bajo a correr con Jabi Fernandez, y desde un principio sé que se va a ir. De todas formas no me encuentro bien, la barrita se me ha atravesado un poco y va a tocar sufrir en el último sector de 2 vueltas, así que bajo el pistón y me dedico a sobrevivir. La primera vuelta la realizo bastante suave, a 4:30 el km, y a ver si recupero la última, entonces me pasan varios duatletas más. Al acabar la vuelta comienzo a sentirme mejor, y me limito a intentar que no me coja gente que vení por detrás apretando y lo logro, corriendo aproximadamente a 4 min/km.
En la última vuelta me ocurre una sensación parecida al año pasado. Me relajo, y miro la Iglesia de Santa María, disfruto del paisaje, de este paisaje que tantas veces me ha visto entrenar. Es la ventaja que tenemos los que no nos pegamos por el podium. Finalmente 5 kms en 21 min justos.
Puesto 66º y tiempo final 2h15'. Un minuto menos que el año pasado (con circuitos diferentes), y 12 puestos más, normal con todos los vascos que había. Contento. Seguimos el buen camino hacia Pamplona.
Pero por encima de todo esto que os he contado, me quedo con una bonita jornada espartana, con Edu Fernandez de Triflavi que se ha currado toda la carrera el solito, con Elena Villanueva consolidando el circuito en casa, con los animos a Arruza y Gutierrez Macho, con los animos de Joci y la familia Loroño al completo, con el bonito día pasado con Pacheco, Laurita, Aitor y Puy. Sabemos que faltabais mucha gente, pero no os preocupeis, que sabemos que estareís en las próximas carreras.
En definitiva, nos quedamos con lo importante, la vida, pura vida.
