A VECES, LO IMPORTANTE ES EL CAMINO

Bueno, a ver si tengo suerte y este post también lo lee y comenta el mismo número de gente que comento el anterior post, aunque lo dudo.
Como muchos de vosotros ya sabeis, me encuentro preparando el Reto Castro-Santiago con mis compañeros del Club Ciclista Castreño, y aunque ahora mismo debería estar pedaleando, la lluvia de este horrible mes de Mayo-Junio, hace que esté escribiendo en el blog.
Aunque este mes de Mayo ha sido horrible, no me puedo quejar porque me han salido casi 900 Kms, gracias sobre todo a las tiradas largas. Esas salidas en las que muchas veces te planteas el reto, pero siempre lo que te planteas es que lo importante es el camino hacia ese reto.
A mi, me gusta mucho cambiar los recorridos, sobre todo para que no se hagan monotonos, y gracias a ello, es por lo que descubro nuevas rutas, y recupero algunas rutas casi olvidadas.
Este año algunas de esas rutas han sido las siguientes:
-Los Tornos por Fresnedo, una subida a Los Tornos que hasta hace 10 años estaba semi abandonada y que han dejado como una autovía pero sin tráfico, perfecta para disfrutar del sonido de los pajaros mientras cierras los ojos en plena ascensión
-Espinosa y Ojo Guareña, en la salida de Espinosa dirección Soncillo (ruta que usaremos para ir a Santiago), con una carretera en perfecto estado y con la nieve por encima de la cabeza
-El Cabrio, con la nueva carretera y un gran arcén que hacen que la ruta sea más comoda
-San Miguel, Gontzegaraigane y Balcon de Bizkaia, en una ruta por la Vizcaya profunda que te hace recordar los tiempos en los que eras más pequeño  rodabas por los mismos lugares
-Krutzeta y Legutiano, puerto duro pero bonito el que une Arrasate con la Meseta y que nos hace disfrutar de los hermosos pantanos de la zona.
-La zona del Valle de Ayala, con su casa Torre en dias de nieve mucha nieve, que te hacen retroceder a tiempos medievales
Sé que hay muchas rutas que tenía en mente y que me han quedado pendientes, pero el tiempo no ha acompañado. Ir hasta Santander y volver, ir hasta Cirauqui, hacer la marcha de Vitoria..., pero no importa, habrá más años (alguna de esas rutas incluso igual las hago este año), y más momentos para pensar encima de la bici, que lo importante no es la meta, sino el camino.