Este post va dedicado a mi amiga Raquel Del Aguila, que trabaja en el mundo del couching deportivo
El pasado fin de semana estuvimos corriendo la carrera Las Murallas de Pamplona, prueba de 22 kms, y la semana que viene estaremos en la Behobia-San Sebastian, 20 Kms, por lo que como podeís imaginar en este mes de octubre que acaba de finalizar las zapatillas de correr han sacado humo en tiradas muy largas.
Hace 10 días corriendo por Castro Urdiales tuve uno de esos entrenamientos psicológicos, como les llamo yo. El caso es que salí a hacer una ruta por los pueblos de alrededor, y me ví recordando esa misma ruta, preparando las mismas pruebas hace unos 7 u 8 años atras, cuando el niño que llevaba dentro aún no sabía lo que eran los ironman, ni mucho menos estaba en proyecto esta locura de planesdeportivos.
En ambos casos tuve las mismas sensaciones de estar corriendo y haciendo las cosas bien preparando los próximos objetivos.
El entrenamiento de hace 10 días, pudo haber sido uno más, al fin y al cabo, era 1 hora a x pulsaciones y sin cambios de ritmo, vamos, un entreno normal, pero el paisaje, los recuerdos, y la nostalgia de haber pasado por allí desde hace mucho mucho tiempo es lo que hicieron a este entrenamiento especial, y era un entrenamiento que necesitaba.
No era un entrenamiento más, era uno de esos entrenamientos psicológicos que todos necesitamos de vez en cuando.
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