Esta va a ser una crónica diferente del Campeonato de España. Por encima del resultado cosechado en Avilés, objetivo conseguido con creces, en Avilés conseguí algo mucho más importante, conseguí volver a sentirme parte de un equipo. El equipo de los espartanos
Y es que todos y cada uno de los que estamos en esta foto (incluida la pequeña Mar, y no me olvido de nuestras espartanas animadoras), lo dimos todo en Avilés, dando una sensación impresionante de ser un único equipo y trabajar como tal. Desde los gritos de ánimo a nuestros compañeros, las ayudas mutuas en carrera, la forma de organizarnos, todo, absolutamente todo, que harán que lo vivido el sábado sea recordado por mucho tiempo.
En cuanto a mi carrera, increible, 21º de España, es mi mejor puesto en un Campeonato de España en toda mi vida. La primera carrera a pie fue rapidísima, como cabía esperar, pero Javi y yo supimos hacernos fuertes y ayudarnos en la carrera a pie, siempre controlando. 36:40 en el 10.000, simplemente increible
Y la bici perfecta, a rueda, pillando un par de grupos, y bajandome a correr con la sensación de que se podía hacer algo grande. El único pero de la bici fue que los gemelos de mi compañero Javi dijeron basta en la tercera vuelta, y fue una pena, porque en la última carrera hubieramos volado. 37 de media en bici, otra vez increible.
La última carrera a pie lo dí todo, simplemente controlando mi puesto y disfrutando de la última recta de llegada, pensé que jamás volvería a estar en un Campeonato de España y había que disfrutarlo.
Y para acabar, que decir de mis compañeros espartanos, Pelayo tercero, impresionante, casí se me cae una lágrima y todo cuando vi su sprint final, Dani Cifrian segundo, más impresionante aún. Y los demás, buah, simplemente increibles, a todos nos salio bien, ninguno bajamos del 29º puesto.
Increibles, es lo que tenían los espartanos, que solos no eran nadie, pero cuando peleaban en conjunto eran invencibles.
AJU AJU AJU
¡¡Ese Juan!! Estás hecho un miura!
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