Este post igual es un poco repetitivo de uno que ya escribí hace un tiempo, pero es que es la realidad de mi día a día.
Este mes, por motivos diversos, tengo una carga laboral bastante importante (cosa buena en estos tiempos que corren), y es por ello que hay que sacar tiempo de cualquier sitio para poder entrenar, sacar al perro, comer...
Últimamente mi hora de entrenamiento es al mediodía, y tras una sesión de bici o carrera a pie, y mal comiendo volvemos al trabajo. Cuando lo dejé en 2010, entrenar se había convertido en un verdadero sacrificio, y a la pregunta ¿Por qué vas a entrenar?, la respuesta era porque hay que ir.
En la actualidad, vuelvo a disfrutar entrenando, y no me importan ni las marcas, ni la hora del día que sea, ni nada más, sólo intento pasarmelo bien cuando entreno, sea la hora que sea, y por eso no me importa sacrificar otras cosas para poder salir a hacer deporte.
A todo esto ha contribuido el increible equipo humano que estoy encontrando en mi nuevo equipo el AC Triatlón Camargo-Astillero, con una mentalidad muy acorde a la mía, y disfrutando del camino que recorremos cada día.
La pregunta es la misma que hace 4 años, pero la respuesta ha cambiado. ¿Por qué vas a entrenar?, la respuesta ahora es, porque quiero ir
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